lunes, 6 de octubre de 2008

Origen de los Gregoricos

Gregorico es un mote que llevo con mucho orgullo y no me importa que sea porque mi tatarabuelo Gregorio Zaratiegui no llegara al metro y medio y le llamaran así. Después de conocer su historia y la de sus descendientes, creo firmemente que mis tatarabuelos fueron personas de una gran talla humana, que a pesar de las dificultades de una vida humilde y de un siglo XX plagado de guerras y dificultades, transmitieron muchos valores de vida familiar y alegría de vivir.

A Gregorio Zaratiegui le llamaban "gregorico" para distinguirle de Gregorio Marco "El Grande", que suponemos mediría algo más. Como curiosidad he de decir que también soy tataranieta de este "otro" Gregorio, es decir que tanto el pequeño como el grande eran mis tatarabuelos (una de las hijas de nuestro Gregorico, Pía, se casó con el hijo mayor de Gregorio Marco, Nicolás Marco).





Arriba en la foto podemos ver a los primeros gregoricos Gregorio Zaratiegui y María Aguirre. Se habían casado unos cincuenta años antes de esta foto, en 1879. Parecen muy serios pero no es porque no quisieran posar, como ahora, sino precisamente lo contrario, valoraban tanto ese momento que aguantaban un buen rato a que la foto estuviera lista. Y claro, inmóviles un buen rato, pues gracias tenemos que dar de que no se quedaran dormidos o que no decidieran dejarlo para otro día.

Siempre me he preguntado muchas cosas: porqué no soy muy alta, o tengo el pelo fino, porqué la afición (a veces obsesión) a la caza de mi padre y hermano, o al mus entre mis tíos cuando nos reunimos, porqué, porqué ... Pues conocer la historia de esta familia centenaria me está dando respuestas y me ayuda no solo a saber de donde provengo sino quien soy y hacia donde puedo dirigirme.


Arantxa Marco

1 comentario:

Arantxa Marco Hernando dijo...
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