Blasa nació en 1918, la cuarta hija de Pía Zaratiegui y Nicolás Marco. El matrimonio se casó en 1911, en la iglesia de Santa María de Tafalla, lugar que tendría gran relevancia en la vida de la familia. De los cinco hijos que tuvieron entre 1912 y 1919, sobrevivieron tres: Gregorio, Teresa y Blasa. Blasa sería pues la pequeña de Pía.
Tan sólo nueve años después de la boda, Pía enviudó, con tan sólo 31 años. La pequeña Blasa tenía dos años. La ausencia de un padre pudo ser compensada con el cariñoso cuidado de sus abuelos, Gregorico y María. Tras la muerte de Nicolás, Pía compró la casa frente a la iglesia Santa María, y las tres generaciones se mudaron a vivir allí.
La juventud de Blasa coincidió con los felices años veinte y principios de los treinta. En aquellos tiempos, los jóvenes respiraban aires de modernidad y las fotografías exhalan alegría y libertad. En esta imagen, Blasa es la de la izquierda del todo. ¡Cómo se divertían entre primas y qué bien se llevaban!
Blasa compartió su vida con Severiano Gutiérrez. Se casaron en 1941 y juntos tuvieron doce hijos, ni más ni menos. En el funeral, se dijo que Blasa ha sido una gran matriarca gregorica.
Las dos fotografías del medio son el símbolo perfecto de la ilusión y alegría de una madre primeriza con su primer bebé. Abajo, diapositivas de los primeros años de matrimonio con los primeros retoños. Los matrimonios Seve - Blasa y Gregorio - Paca compartieron muchas cosas juntos y estaban muy unidos.
Los hijos van creciendo, y esta composición de fotografías es un homenaje a la familia numerosa, un orgullo para unos padres entregados. De izquierda a derecha y de atrás a adelante: Goyo, Javier, Alfonso, José Manuel, y Pedro Mª Purificación, Blasa, Seve, Mª Teresa. Delia, Mª Jesús, Inmaculada y Maribel.
Terminaremos este mini-álbum familiar de Blasa con unas fotos que pasan del blanco y negro al color. Blasa fue una matriarca muy generosa en regalar cariño, sonrisas y alegría de vivir. Un ejemplo de cómo favorecer la paz familiar.
En los últimos años, se ha ido cumpliendo el sueño de Blasa y ha conocido ocho biznietos. En esta fotografía, cuatro generaciones aparecen representadas. Blasa sostiene en su regazo a la pequeña Aroa, tal que madre experimentada.
El día del fallecimiento de Blasa, el 4 de mayo, ha sido también el del nacimiento en la familia de un nuevo gregorico: Ibai Martínez Olalla (de la rama familiar de Encarna Zaratiegui y su hijo Juanito Espinal). Unos vienen, otros se van, pero siempre seamos partidarios de la vida, como lo era Blasa...
¡Muchas gracias Blasa por todo tu cariño!
¡Siempre te recordaremos!